No soy la que perturba tu sueño (2016)
La obra, compuesta por dos almohadas con relleno de lana local, trata de evocar ese uso de la lana que tradicionalmente ha sido tan básico pero que ya se ha perdido, creando un problema a nivel ecológico, pues se trata de un producto prácticamente indestructible y que actualmente no tiene ningún tipo de mercado. Por otra parte, el bordado de láser sobre las fundas de lino, que mantiene la forma y diseño del ‘punto de cruz’ tradicional pero en mayor dimensión, crea un efecto de huella muy similar a las que dejan los hilos de los antiguos bordados cuando éstos se deterioran y se estropean por el paso del tiempo. Esta técnica rompe con todo lo que se pueda entender como tradicional. El uso de ciertas técnicas y materiales son modas que vienen y van, y las corrientes Eco y Bio están recuperando el uso de la lana como relleno, sustituyendo de nuevo el uso de los materiales de moda (látex, espumas, etc.) que prodigaban mejor descanso y mayor higiene. Así, esta obra subraya que la recriminación del mal descanso no radica en el material de uso, siendo una conciencia tranquila la almohada más cómoda de todas.
Contenedores (2015)
Modelados con la apariencia estructural que reporta el barro o la cerámica en piezas similares, donde la técnica, el conocimiento de la materia y los tiempos de ejecución son importantes. Estos contenedores desvinculan la lana de su uso tradicional como vestimenta y abrigo humano para convertirla en algo más visual y menos funcional.
Textos: Yolanda Sánchez
Revisión de los textos: Garazi Ansa